martes, 30 de agosto de 2011

Barca. Domingo Candia. 1976.

La Barca viene de un proyecto no definido y un estudio para el gran barco, sensibilidad de trazos y colores para llegar a la obra cumbre.







Retener la imagen por partes, es atada una soga, ladeada la proa, hay turbulencia de olas, el ancla esta suelta, el asta inclinada, es todo abstracto, es todo agua.

Buscando un cuadro no definido y provistos del asombro a primera vista, entramos al Museo Castagnino el sábado 27 de agosto de 2011.

El asombro descubre a un pintor nacido en Rosario, la visita al museo la realizó en compañía de un pintor que vive en Rosario. Con su presencia no fue posible encontrar el cuadro, pero media vuelta más al abrazo de despedida, aparece la Barca para ser contemplada.

Es un viaje al arte en edad, a la fecha de su nacimiento, al cuadro de un viaje girando, meditando su memoria, se confunden y refunden las pinceladas.

¿Son los barcos en el río Paraná los que hacen que sea esta obra en la que se fije mi mirada? ¿Son las olas turbulentas de un viaje prohibido? ¿Son las aguas que se mezclan con la intranquila clandestinidad? Es Rosario hecho "Barco de Río".

Las ventanas de escape para la imaginación que el arte deja abiertas, vienen a ser el sello de 18 meses habitando la ciudad, meses de diálogos con un artista plástico, que hace de su existencia, la práctica del "Buen Vivir".

Comprender que una obra es idea, boceto y trabajo, que pasados once años siguen pincelándose trazos, saber que en la madrugada el pintor esta perfeccionando un cuadro no terminado, permite conocer desde su mirada el amor al oficio del arte.

Cuestiono el valor impuesto, el precio pagado, el sentido del comercio, la obra clavada en la pared de un museo lejano. A la vez, que se abre en la mesa de un taller, la necesidad de vivir de la obra, como anhelo del artista. Cuando conversando, el pintor mismo no puede parar de hacer actividades, porque hace de la intensidad de los hechos de su vida, su obra misma, dejando el tiempo preciso, la soledad pertinente, para que en la intimidad de su casa, un taller lo espere antes del alba.

¿Qué habrá querido Domingo al pintar el proyecto de su Barca? ¿Qué quiere el pintor al dar los últimos trazos de la obra inconclusa en su casa? ¿Qué siente el espectador? ¿Qué dicen los críticos del arte? ¿Qué piensa de la renta el comerciante? ¿Qué papel juega el museo? ¿Qué leemos nosotros en este ejercicio de apreciación de arte?